Para Donna Karan esta temporada aborda la seducción cambiante de la opulencia urbana, cuando sea sin esfuerzo el lujo hace una entrada magnífica, revelando y encubriendo el cuerpo, con sensualidad orgánica y una confianza urbana de gran alcance. Esta ropa habla de la ilusión y de la indiferencia, con todo haciendo señas una segunda mirada y tacto. Las telas son suntuosas, con todo deceivingly ingrávidas. La silueta flúida o se estructura elegante, siempre un pedacito excéntrico y asimétrico, Capítulo con los collares combinados dramáticos y los pun¢os alargados. La gama de colores es un mosaico ahumado del vidrio manchado: Topaz, amatista, rojo veneciano, verde de savia, jaspe, gris del óxido.