Te presento a Yama, una cámara estenopeica hecha de plata, oro, mercurio, piedras preciosas y una calavera de monje tibetano bendecida por un lama. Yama es el dios tibetano de la muerte, por cierto. No sé si se trata de una calavera real, pero la sola posibilidad resulta inquietante. Tampoco sé si tiene poderes hipnóticos, pero me tiene subyugado. Me la imagino en una galería de arte macabro, ¡pero no! Es un producto real, hace fotos de verdad y cuesta nada menos que 5.000 dólares (3.655 euros). Más fotos inquietantes, después del salto.