Bueno, no es una bomba, más que estéticamente hablando, pues las funciones son únicamente de despertador y nada se autodestruye o eclosiona cuando suena el ¡pip, pip!
Así y todo lo inofensivo que pueda ser, recomiendo no llevar este producto en u n avión, mucho menos si tu destino es EEUU.
Por $40 USD, podrás jugar a inmolarte cada mañana (sic.)