Una conexión WiFi común y corriente, en terreno abierto tiene un alcance de unos 90 metros (45 en interiores) en su última norma establecida: 802.11g y a pesar de que existen soluciones poco ortodoxas para aumentar este número, un producto oficial y transportable ha aparecido de la mano de hField Technologies bajo el nombre de Wi-Fire, una antena que se conecta vía USB a tu notebook (obviamente sirve para equipos de escritorio, pero pierde la gracia) y que se “engancha” a su monitor para aumentar el rango de las conexiones WiFi relativamente cercanas hasta la no despreciable suma de 300 metros.
La poderosa antena direccional sumado a un receptor de alta sensibilidad y software propietario, trabajan en equipo para que consigas colgarte a la jugosa Internet inalámbrica de tu universidad si vives en una pensión cercana (entre otros usos, claro).
Su precio, $79 USD.