A finales de octubre, la Asamblea Venezolana aprob la nueva Ley para la prohibicin de videojuegos blicos y juguetes blicos, la cual entrar en vigor pasados tres meses de su publicacin.
La accin que toma la Asamblea tiene severas licencias argumentativas, en un discurso que supuestamente pretende estar a la defensa y garanta de los derechos del nio, nia y adolescente; enumera posturas sin sustento y anacrnicas.
-Supone que son los nios los principales o casi nicos consumidores de videojuegos, sin embargo, prohbe su uso sin distincin de edad.
-Que el videojuego con contenido violento provoca en el jugador actitudes violentas. (Post hoc, ergo propter hoc).
-Que el videojuego es un instrumento exclusivamente formativo-educativo, y no una obra colectiva de arte digital interactivo.
An cuando entiendo (con grandes reservas) la idea detrs de prohibir las pistolas de juguete y otras simulaciones de armas, la cuestin del videojuego resulta sumamente criticable. Iniciando por la propia definicin:
A los efectos de la presente ley se entender por: Videojuegos blicos: aquellos videojuegos o programas usables en computadoras personales, sistemas arcade, videoconsolas, dispositivos porttiles o telfonos mviles y cualquier otro dispositivo electrnico o telemtico que contengan informaciones o simbolicen imgenes que promuevan o incitan a la violencia o al uso de armas. (Artculo 3)
Por si alguien crea que el hacer leyes ambiguas era un fenmeno enteramente mexicano, he aqu un gran ejemplo de que no es as. Qu significa simbolizar y promover en esta ley? Si uno se pone en la misma dinmica esquizofrnica, podramos llegar a las siguientes conclusiones:
-Pokmon simboliza peleas de perros callejeras.
-Mario Kart, promueve la competencia deportiva desleal y violenta.
-Yoshi es un dinosaurio antropfago.
-Space Invaders es una incitacin abierta a la guerra contra los inmigrantes (aliens).
-Pong es una abstraccin de la Guerra Fra.
Est claro, sin embargo, que existen juegos con expresiones ms violentas que otros, como GTA, pero lo que han hecho otras naciones es implementar clasificaciones, muy similares a las que se dan en las pelculas. Una solucin, que por supuesto, no implica la absoluta intervencin del Estado, ms bien pone en la familia e individuos la responsabilidad de consumo de este material en particular.
Si no entendemos que los videojuegos son parte de la industria cultural, dejaremos de lado una gran posibilidad de desarrollo econmico, adems de que le estaremos haciendo el juego a la censura. Es como argumentar que una obra de teatro, una novela, una cinta o un poemario deben todos cumplir con los mismos objetivos; y no ser un espacio para la legtima expresin, para contar historias, para jugar con los lenguajes, las figuras retricas, los formatos. Vean este artculo de dicha ley:
“Todo videojuego y juguete debe promover el respeto a la vida, la creatividad, el sano entretenimiento, el compaerismo, la lealtad, el trabajo en equipo, el respeto a la ley, la comprensin, la tolerancia, el entendimiento entre las personas y el espritu de paz y la fraternidad”. (Artculo 4, fraccin cuarta)
Ya por el hecho de citar el deber, implica una prescripcin social y filosfica bastante dura. Uno podra perfectamente insertar este movimiento dentro de una poltica de acortamiento del espacio pblico en pro de la voz nica del Estado venezolano, como ha pasado con la televisin, la radio y la prensa; pero caera en la misma rutina universalista y aglutinadora en la configuracin de la otredad que tanto le critico, cosa que no es deseable. Por mi parte, creo que esto prueba el miedo que ciertos gobiernos le tienen a las influencias culturales del exterior, pero que lo resuelven de una forma atroz y ms violenta. Estados Unidos mismo no se ha salvado de estas influencias, es ms, es quizs el ms mutado por ellas.
Va | El Universal