Para completar el kit de espía, son infaltables estas gafas capturadoras de vídeo, que han evolucionado mucho desde que los periodistas de cámaras espías comenzaron a utilizarlas y podíamos ver el pequeño lente de la cámara sobre la montura.
Esta cámara, también está oculta en ese lugar (no hay muchos otros lugares donde colocarla) y el vídeo capturado se transmite a un discreto grabador de bolsillo, que además incorpora pantalla en color y parlante, para ver tus tomas en el momento. Las imágenes son almacenadas en la memoria interna del dispositivo de bolsillo, que, realmente, tiene muy poca capacidad (32 MB), pero que puede ser extendida vía tarjeta SD y MMC.
En cuanto a la calidad del vídeo, las gafas incluyen una cámara con sensor CCD de 1/4 pulgadas. Al volcar los vídeos a una pantalla más grande, se escalan a 510 x 492 píxeles (si la pantalla sigue el estándar NTSC) o 500 x 582 (si es PAL).
Disponibles en la cibertienda británica Spycatcher of Knightsbridge, por $1500 USD (aprox.).